El primer título de esta serie de reseñas era casi obligado. Se trata del delicioso Viaje alrededor de mi habitación de Xavier de Maistre. Un estimulante viaje por los recovecos y rincones de la habitación en la que el autor pasó 42 días de confinamiento en la ciudadela de Turín. Estaba arrestado tras el duelo (sabemos, eso sí, que salió victorioso) con un oficial piamontés. Viaje de mínimo recorrido… o tal vez no tanto. Se puede viajar mucho en un corto espacio, sólo hay que saber viajar.

Xavier de Maistre

Xavier de Maistre nació en 1763 en Chambéry, capital de la Saboya. Una región a la que solemos ir montañeros y excursionistas españoles, ya que son los Alpes más cercanos a nuestro país. La Saboya histórica abarca desde Chamonix y el macizo del Mont-Blanc al norte, hasta los Alpes Marítimos al sur.

Este territorio conocido como Savoia en italiano y Savoie en francés, emerge como una entidad política independiente en la Edad Media vinculado a la casa de Saboya que poseía también Aosta, buena parte del Piamonte, el condado de Niza, etc. En 1720 la casa de Saboya consigue el título de reyes de Cerdeña, de modo que sus posesiones pasaron a conocerse como Reino de Cerdeña o Estados de Saboya hasta 1860 cuando la mayor parte de Saboya se integra en Francia y, parcialmente, en Suiza e Italia. Precisamente la Reunificación italiana tuvo como uno de sus pilares el Piamonte, histórica posesión de los Saboya, de modo que Victor Manuel II -rey de Cerdeña y duque de Saboya- fue entronizado como rey de Italia en 1861.

Xavier de Maistre era hermano menor del jurista, historiador y filósofo Joseph de Maistre. Ambos hermanos fueron algunos de los promotores de otro pequeño pero suculento viaje. La ascensión en globo aerostático o montgolfiero en mayo de 1784 desde Chambéry. En aquella primera ascensión saboyana, Xavier de Maistre era uno de los dos aventureros ocupantes de la barquilla.

Alistado en el ejército, Xavier de Maistre se enfrentó a las tropas francesas que trataban de exportar la Revolución. En 1793 el ejército saboyano se repliega sobre el paso del Petit Saint Bernard donde resiste todo el invierno. Pasa luego a Aosta y Turín, donde tiene lugar el duelo que dio origen al Viaje alrededor de mi habitación. En 1797 De Maistre asciende a capitán, pero abandona el ejército sardo y se dedica a la pintura.

En 1799 el ejército ruso, que luchaba en coalición con Austria contra Napoléon, buscaba oficiales con experiencia en la guerra de montaña. Xavier de Maistre se alista y sigue las tropas rusas por Europa. Pronto es conocido por sus habilidades en el retrato y entra a formar parte del círculo de generales y aristócratas rusos. Al inicio del s. XIX encontramos a De Maistre afincado primero en San Petersburgo y luego en Moscú donde abrió un taller de pintura.

Gracias a la influencia de su hermano Joseph es nombrado en 1805 director de la Biblioteca y Museo del Almirantazgo en San Petersburgo. Vuelve al ejército ruso en 1809 para participar en la campaña del Cáucaso donde es herido. Las experiencias de aquel tiempo le inspiraron dos novelas Los prisioneros del Cáucaso y La joven siberiana, publicadas en 1825.

Se casó en 1813 con Sophie Zagriaski, dama de la corte del Zar. Tuvieron cuatro hijos de los que dos murieron muy pequeños. Se instalan en Italia entre 1826 y 1838, periodo en el que fallecen los otros dos hijos. Regresan a San Petersburgo en 1839, ciudad donde fallece Sophie en 1851 y Xavier el 12 de junio de 1852.

De Maistre escribió en francés, lengua en la que había sido educado. Sin embargo, sólo visitó Francia en una ocasión. Su escasa obra se completa con El leproso de la ciudad de Aosta. Producción corta, pero muy alabada en su época, sobre todo el Viaje alrededor de mi habitación. Los críticos y escritores Sainte-Beuve (1804-1869) y Alphonse de Lamartine (1790-1869) fueron dos de los admiradores de su literatura.

Una vida, en suma, de desplazamientos dictados por los convulsos acontecimientos de aquellos años. Más que grandes viajes, podrían considerarse exilios, migraciones o campañas militares. No sabemos si el propio De Maistre se consideraba un viajero. Sin duda, su gran viaje fue el que llevó a cabo durante aquellos 42 días recluido en su habitación de Turín.

Viaje alrededor de mi habitación

Después del victorioso duelo en Turín, Xavier de Maistre se tuvo que enfrentar a un reto similar al que protagonizamos todos nosotros estos días: un largo confinamiento. Conjuró la inacción y el aburrimiento con una obra que en apariencia -sólo en apariencia- parece menor, un simple entretenimiento. Creo que hay bastante más que mero pasatiempo.

Un estilo sencillo, fresco, fácil de seguir hasta el punto de enganchar al lector. Muestra con total sinceridad sentimientos, recuerdos, emociones… en suma, los elementos con los que tejemos nuestras vidas. De Maistre se nos antoja cercano y simpático: es indulgente con su criado Joannetti; se ocupa de la vieja perra Rosine; y nos nos abruma en exceso con sus amores discretos con madame de Hautcastel. Establece una suerte de conversación consigo mismo que, en ocasiones, nos recuerda a Montaigne y sus Ensayos.

Xavier de Maistre despliega gran capacidad de observación y se muestra atento al entorno cultural. La obra puede ser entendida en cierto modo como una parodia del subgénero romántico del libro de viajes, tan en boga en la época. Su viaje en miniatura, desprovisto de toda aventura trágica o sublime, constituye un chispeante contrapunto a los viajes heróicos del Romanticismo.

Escribió una continuación de su singular viaje, La expedición nocturna alrededor de mi habitación que fue traducida al castellano por Espasa Calpe.

La obra de De Maistre ha sido excelentemente traducida por Puerto Anadón. Editorial Funambulista (otra de esas editoriales artesanales que va a acusar mucho esta crisis) la publicó en 2007 y reeditó en 2011 en su colección Clásicos del Fondo. Una edición cuidadosa, con ilustraciones de Gustave Staal y notas. El volumen incluye además la Semblanza de Xavier de Maistre que escribió el crítico y escritor francés Sainte-Beuve gran admirador de De Maistre. La semblanza cuenta con la traducción y un postfacio de J.M. Lacruz Bassols. Se dispone también de una traducción al valenciano, debida a Salvador Company y Anna Torcal, editada por la Universitat de València en 2006, titulada Viatge al voltant de la meua cambra.

¡Os deseo un largo y provechoso viaje por vuestra habitación!

Jorge Cruz Orozco