Por José Luis Angulo

En el Olimpo de los mejores escritores de libros de montañismo se encuentra sin duda el norteamericano Jon Krakauer. Mal de altura, publicado en 1.997, es su libro más conocido y autentico best seller, y aunque no exento de polémica, por los hechos que se narran en él, cuenta los dramáticos sucesos que sucedieron en la expedición al Everest en 1.996, y donde murieron 12 personas siendo el propio Krakauer uno de los supervivientes.

Jon Krakauer también escribió, Hacia rutas salvajes, adaptada al cine por el director Senn Penn y donde cuenta la historia de Christopher McCandless, un joven de acaudalada familia y que tras acabar sus estudios universitarios decide emprender, el que a la postre fue un dramático viaje sin retorno por Alaska. El joven Christopher murió en un pequeño autobús que encontró abandonado y que había convertido en su vivienda-refugio.

Para los que disfrutamos con la lectura de estos dos libros de Krakauer, nos alegró conocer que la editorial Geoplaneta acabe de publicar el libro, Krakauer esencial. Reflexiones sobre el riesgo y la condición humana. El libro, editado en tapa dura y acompañado de bellas ilustraciones de Laura Borras, reúne 8 artículos y 2 ensayos, escritos entre 1.990 y 1.997, y que en su día fueron publicados en diferentes revistas.

En estos tiempos de pandemia planetaria, de reclusión voluntaria o impuesta, la lectura de un libro como este que transporta al lector a situaciones límite vividas por personajes contemporáneos reales, de carne y hueso, son una ventana abierta para conocer, y quizás comprender, desde el cómodo sillón de nuestra casa, el limite de aquellos que se han aventurado a realizar viajes a lugares remotos, no exentos de sufrimiento. Como escribe el propio Krakauer: “El hecho de que la entrada en este Edén exige un peaje pagado con sudor, dolor y miedo vuelve su belleza más subyugante”.

Algunos de los 10 capítulos en los que esta dividido el libro se leen como si de una novela de misterio se tratara.

Por sus páginas nos vamos adentrando en el mundo del surf profesional, en la vida cotidiana de los que viven en las cercanías de un volcán activo, en una expedición, como si de personajes de Julio Verne se tratara, al interior de la Tierra, y también al de sobra bien conocido por el autor, mundo del montañismo, escalada y trekking.

Confieso que, para mí, que no soy practicante ni conocedor del mundo del surf, el relato, con el que precisamente comienza el libro, La última ola de Mark Foo, me engancho desde el principio. Cada párrafo me llevaba al mar, sentía el viento salobre sobre mi cara, me imaginaba subido a lomos de una tabla observando y disfrutando las pericias y habilidades del surfero nacido en Singapur. Nada más acabar la lectura de este apasionante relato, del que obviamente no os cuento su final, busque en internet videos y “olas“de Mark Foo.

Al final del libro Krakauer escribe: “La mayoría de la gente de tu privilegiado entorno occidental ha pasado toda su vida en una burbuja de paz y prosperidad, pero creer que la dolce vita durara para siempre es ilusorio. Tarde o temprano la fiesta termina”.

“Muchas personas, por ejemplo, recurren a la religión en momentos difíciles, aunque, personalmente, creo que la literatura resulta más eficaz que las sagradas escrituras. Cuando las perspectivas se presentan negras, se puede hacer acopio de valor y confianza leyendo a escritores tan dispares como Tucídides, Walter Bonatti, Anni Proulx y Cornac McCarthy”.

Sin duda este año 2020, con su coronavirus a cuestas, no está resultando fácil para casi nadie, así que hagamos caso a Krakauer y busquemos en los libros y en los consejos de los buenos libreros, esos que conocen su oficio y que han convertido su profesión, casi en una militancia, una ventana abierta a otros mundos, esos que por el momento aparecen cerrados.

Un buen libro siempre abrirá nuestra mente y nuestra imaginación y Krakauer sin duda es un maestro contando buenas historias.