«Cinco rincones que ver en Roma»
Existen muchas formas de viajar; y como sabemos es una experiencia que agudiza los sentidos y las percepciones. Nuestros amigos de Ahora toca viajar han elaborado este interesante artículo que compartimos con todos vosotros y que también podéis ver a través de su blog, en el que reflejan como su viaje a Roma les ha permitido relacionar su experiencia con el mundo del cine… Y es que viajar abre nuestras mentes!!!
A continuación podéis leer el artículo «Cinco rincones que ver en Roma»:
Hay lugares que quedan ligados de forma irremediable al celuloide. Es lo que le sucede a Roma. La ciudad ya no puede ser la misma sin su reflejo en algunos de los populares fotogramas de Vacaciones en Roma (Roman Holiday).
ESCALERAS DE PLAZA DE ESPAÑA
Una de las fuentes ornamentales y conjunto escultórico más importante del universo turístico. Incluso hay unos curiosos fotógrafos que gracias a un buen montaje te sacan una fotografía sin que te moleste ningún visitante. Así aparecerás tu solo en el encuadre. Te la entregan de inmediato. A ellos no les hace falta robar ninguna cámara, como sí le sucedió en la película a Gregory Peck para fotografiar a la princesa.
Según Miguel Ángel el Panteón de Agripa es un “Diseño angélico y no humano”, y si tienes la oportunidad de ver entrar el haz de luz cenital por la cúpula la sensación mística debe ser parecida a la que siente en la película Joe Bradley al mirar a la Princesa Anna, mientras desayunan sentados en una pequeña mesa del Caffe Roca en la plaza con vistas al Panteón. Hoy en día no existe el café; pero, es evidente que sí siguen en el mismo lugar el Panteón y la plaza.
Toda historia tiene un final; es más, toda historia de amores imposibles acaba en algún momento. Así sucede con nuestros dos protagonistas. Las obligaciones vencen a las emociones. Y es precisamente en una sala de este palacio aristocrático donde la Princesa Anna se despide de Roma y, en secreto público, como solo cuando el juego anda entre dos, de Joe Bradley, en una de las despedidas más dolorosas del cine.
Sin embargo, nos queda un consuelo, siempre tendremos la esperanza de un volverse a encontrar.